jueves, 22 de enero de 2015

LOS NUEVE ESTADOS DE EXISTENCIA


La humanidad normal está completamente dormida. 
Ni siquiera los animales están tan dormidos.
¿Has visto a un ciervo en el bosque? Lo alerta que parece, la cautela con que se mueve. 

¿Has visto a un pájaro posado en un árbol? Lo inteligentemente que vigila todo lo que ocurre a su alrededor. Si te acercas al pájaro, y éste lo permitirá hasta cierta distancia. Más allá, un solo paso más y echará a volar. Tiene una clara conciencia de su territorio. Si alguien penetra en ese territorio, es peligroso.
Si miras a tu alrededor, te sorprenderás: El hombre parece ser el animal más dormido de la tierra.
Funcionáis en sueños; seguís haciendo cosas que no queréis hacer. Seguís haciendo cosas que habéis decidido no hacer.  
Seguís haciendo cosas que sabéis que no están bien y no hacéis cosas que sabéis que están bien.
¿Cómo es posible tal cosa? ¿Por qué no podéis andar derechos? ¿Por qué seguís atrapados en caminos que no conducen a ninguna parte? ¿Por qué seguís extraviándoos?
Examina tu vida. Todo lo que sigues haciendo es tan confuso y confunde tanto... No tienes nada de claridad, no tienes nada de percepción. No estás alerta. No ves, no oyes...
Desde luego, tienes oídos para oír, pero dentro no hay nadie que lo entienda. Desde luego, tienes ojos para ver, pero dentro no hay nadie. Tus ojos siguen viendo y tus oídos siguen escuchando, pero no se comprende nada. 
El hombre tiene un gran subconsciente oculto en su interior. La mente consciente (el estado de vigilia) representa solo una décima parte, y la mente subconsciente es nueve veces más grande que la consciente.
Después está el subconsciente colectivo. Detrás del subconsciente del individuo hay un subconsciente colectivo.
Y después está el subconsciente cósmico. Los budas han hablado de él. 
Así pues, los nueve estados de existencia son:
1. La mente consciente: Una cosa muy frágil, una parte muy pequeña de nuestro ser. 
La llamaré la mente supuestamente consciente, porque solo es eso. Es tan diminuta... solo un parpadeo, pero aunque solo sea un parpadeo es importante porque contiene la semilla. Las semillas siempre son pequeñas. Tiene un gran potencial.
2. La mente subconsciente: Detrás de la mente consciente está el subconsciente: poco claro, se pueden oír sus susurros pero no los sabes interpretar. Siempre está ahí, detrás de la mente consciente, tirando de sus hilos. 
3. La mente inconsciente: Con la que solo entramos en contacto durante el sueño o cuando tomamos drogas. 
El inconsciente es un inconsciente individual que la sociedad ha reprimido, sin permitirle expresarse. Por eso llega de noche por la puerta trasera, en los sueños.
4. El subconsciente colectivo: Con esta mente solo entramos en contacto cuando emprendemos una profunda investigación de nuestra mente subconsciente; entonces se encuentra uno con el subconsciente colectivo. 
El subconsciente colectivo es toda la humanidad que ha vivido hasta ahora; forma parte de uno.
5. El subconsciente cósmico: Si seguimos profundizando aún más, se llega al subconsciente cósmico. 
El subconsciente cósmico es la naturaleza. 
6. La Verdadera Mente Consciente: Por encima de lo que llamamos nuestra mente consciente, está la verdadera Mente Consciente. 
Solo se alcanza mediante la meditación. 
Cuando a nuestra mente consciente normal se le añade la meditación, se convierte en la verdadera Mente Consciente
.7. La Mente Superconsciente: Más allá de la verdadera Mente Consciente está la Mente Superconsciente. 
Cuando uno medita no ves más que vislumbres momentáneos. 
La mente superconsciente significa que se ha llegado al shamadi: se ha alcanzado una percepción cristalina, se ha alcanzado una conciencia integrada.
8. El Superconsciente Colectivo: Más allá de la mente superconsciente está el Superconsciente Colectivo. 
El Superconsciente Colectivo es lo que las religiones denominan «Dios». 
9. El Superconsciente Cósmico: Y más allá del Superconsciente Colectivo está el Superconsciente Cósmico, que sobrepasa incluso a los Dioses. 
Buda lo llama nirvana, los místicos hindúes lo han llamado moksha, tú puedes llamarlo la verdad.
Estos son los nueve estados de existencia. Y tú estás viviendo solo en un pequeño rincón de tu ser: la minúscula mente consciente. 
Es como si alguien tuviera un palacio y se hubiera olvidado por completo del palacio y estuviera viviendo en el porche... y pensara que eso es todo lo que hay.
Osho



domingo, 4 de enero de 2015

DECISIONES Y DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS

'En 1955, Rosa Parks decidió oponerse a una ley injusta que la discriminaba por razón de su raza. Su negativa a levantarse del asiento que ocupaba en el autobús tuvo consecuencias que excedían, con mucho, las que ella pudiera imaginarse en aquel momento. ¿Acaso tuvo la intención de cambiar una estructura social? Fuera cual fuese su intención, su compromiso con un ideal la impulsó a actuar.  ¿Qué efectos a largo plazo podrían resultar de tus principios más elevados y de tu decisión de ponerlos en práctica hoy mismo?  
Todos hemos oído hablar de personas que, en un estallido, trascendieron los límites de sus circunstancias y se convirtieron en ejemplos claros del poder ilimitado del espíritu humano.  También tú y yo podemos convertir nuestros actos en ejemplos inspirados, basta con tener valor y ser conscientes de que somos capaces de controlar todo lo que ocurre en nuestras vidas. Aunque no siempre podemos controlar los acontecimientos que nos afectan, sí está en nuestras manos controlar nuestra respuesta a ellos y las acciones que emprendemos en consecuencia.  Si vives situaciones que no te satisfacen -afectivas, laborales o de salud- decide ahora mismo qué puedes hacer para cambiarlas.  
Cuantas más decisiones tomes, mejor aprenderás a tomarlas. Los músculos se fortalecen cuando se usan y lo mismo ocurre con tu «músculo» mental.  Toma, hoy mismo, dos decisiones que has venido aplazando: una fácil y otra un poco más importante. Emprende enseguida la primera acción hacia la realización de ambas; mañana, darás el paso siguiente. Es una práctica que te permitirá desarrollar este «músculo» y que te ayudará a cambiar tu vida entera.  
Debemos intentar aprender de nuestros errores en lugar de angustiarnos por haberlos cometido; si no, estamos condenados a repetirlos. Si en un momento dado te «embarrancas», recuerda que en la vida no hay fracasos. Sólo resultados. Piensa una cosa: ¡El éxito es el resultado de las decisiones acertadas, las decisiones acertadas son el resultado de la experiencia y la experiencia suele ser resultado de las decisiones equivocadas!  ¿Qué has aprendido de los errores pasados que te sea útil para mejorar tu vida actual?    
Normalmente, ni el éxito ni el fracaso son resultado de un único acontecimiento. El fracaso se debe a esa llamada que no hicimos...  a ese esfuerzo adicional que evitamos ... , al «te quiero» que dejamos de decir. Del mismo modo que el fracaso sigue esta cadena de pequeñas decisiones, el éxito se produce cuando tomamos la iniciativa y actuamos ... , perseveramos ... , expresamos con elocuencia la profundidad de nuestros sentimientos.  ¿Qué acción sencilla podrías emprender hoy mismo para dar a tu vida un impulso hacia el éxito?