domingo, 4 de enero de 2015

DECISIONES Y DETERMINACIÓN DE OBJETIVOS

'En 1955, Rosa Parks decidió oponerse a una ley injusta que la discriminaba por razón de su raza. Su negativa a levantarse del asiento que ocupaba en el autobús tuvo consecuencias que excedían, con mucho, las que ella pudiera imaginarse en aquel momento. ¿Acaso tuvo la intención de cambiar una estructura social? Fuera cual fuese su intención, su compromiso con un ideal la impulsó a actuar.  ¿Qué efectos a largo plazo podrían resultar de tus principios más elevados y de tu decisión de ponerlos en práctica hoy mismo?  
Todos hemos oído hablar de personas que, en un estallido, trascendieron los límites de sus circunstancias y se convirtieron en ejemplos claros del poder ilimitado del espíritu humano.  También tú y yo podemos convertir nuestros actos en ejemplos inspirados, basta con tener valor y ser conscientes de que somos capaces de controlar todo lo que ocurre en nuestras vidas. Aunque no siempre podemos controlar los acontecimientos que nos afectan, sí está en nuestras manos controlar nuestra respuesta a ellos y las acciones que emprendemos en consecuencia.  Si vives situaciones que no te satisfacen -afectivas, laborales o de salud- decide ahora mismo qué puedes hacer para cambiarlas.  
Cuantas más decisiones tomes, mejor aprenderás a tomarlas. Los músculos se fortalecen cuando se usan y lo mismo ocurre con tu «músculo» mental.  Toma, hoy mismo, dos decisiones que has venido aplazando: una fácil y otra un poco más importante. Emprende enseguida la primera acción hacia la realización de ambas; mañana, darás el paso siguiente. Es una práctica que te permitirá desarrollar este «músculo» y que te ayudará a cambiar tu vida entera.  
Debemos intentar aprender de nuestros errores en lugar de angustiarnos por haberlos cometido; si no, estamos condenados a repetirlos. Si en un momento dado te «embarrancas», recuerda que en la vida no hay fracasos. Sólo resultados. Piensa una cosa: ¡El éxito es el resultado de las decisiones acertadas, las decisiones acertadas son el resultado de la experiencia y la experiencia suele ser resultado de las decisiones equivocadas!  ¿Qué has aprendido de los errores pasados que te sea útil para mejorar tu vida actual?    
Normalmente, ni el éxito ni el fracaso son resultado de un único acontecimiento. El fracaso se debe a esa llamada que no hicimos...  a ese esfuerzo adicional que evitamos ... , al «te quiero» que dejamos de decir. Del mismo modo que el fracaso sigue esta cadena de pequeñas decisiones, el éxito se produce cuando tomamos la iniciativa y actuamos ... , perseveramos ... , expresamos con elocuencia la profundidad de nuestros sentimientos.  ¿Qué acción sencilla podrías emprender hoy mismo para dar a tu vida un impulso hacia el éxito?  

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