lunes, 24 de marzo de 2014

COMO HACER EFECTIVO EL ACERCAMIENTO A LOS DEMAS

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1.- Para acercarnos a los demás, debemos DEJAR de LADO los PREJUICIOS. Recordemos, que las mejores cosas de la vida, no son las MÁS PERFECTAS sino las MÁS INTERESANTES… y cuantas cosas interesantes, cuantas personas interesantísimas nos perdemos de conocer y de disfrutar, por no acercarnos a la VIDA y a las PERSONAS tales cuales son. Es que no salimos al ENCUENTRO de las mismas para DESCUBRIRLAS sino para CONSTATAR cuanto coinciden o difieren de la IMAGEN PREVIA que nosotros tenemos de ellas. Eso son los PREJUICIOS: una especie de ventanita mágica que recorta todo y sólo nos permite ver, lo que cabe en esa ventanita.
Imagínense que yo digo: “voy a ver las Cataratas del Iguazú”… ( = una de las “maravillas del mundo”). Tomo mi auto, llego a las Cataratas y sin bajarme del coche, miro hacia el frente… Vuelvo y comento: “Muchachos, vi las Cataratas!...”
¿Vi las Cataratas?... Nooo!.. Vi el vidrio del parabrisas de mi vehículo y el “recorte” de las Cataratas que cabía en el marco del parabrisas…
Todas las personas somos maravillosas como las Cataratas del Iguazú, llenas de esplendor, riqueza y misterio… pero cuando nos manejamos desde el prejuicio, sólo percibimos de los demás lo que cabe en la “etiqueta” que le pusimos: “Ahí viene el loco de la guerra… Ahora lo voy a ver al pobrecito, al que lo arrancaron verde…  ahí viene el pecador… el mal pensado…  el jodido… el miserable… el tránsfuga…“
Recordando que TODO lo que le REPROCHAMOS a los DEMÁS es una proyección de lo que existe previamente en NOSOTROS, hagamos una pequeña prueba… en una oficina, ALABEMOS UNA CUALIDAD POSITIVA que tenga una persona…  y veremos lo bien que nos sentiremos (porque le estaremos elogiando algo positivo que TAMBIÉN EXISTE en NOSOTROS) y también veremos cuánto cambia la persona al verse reconocida por nosotros  en la profundidad de su Ser… de su Ser que es siempre positivo… y siempre suma, siempre crece, siempre tiende a dar lo MEJOR de SÍ MISMO.
Cuando nosotros no podemos relacionarnos bien con los demás, es porque estamos MAL con NOSOTROS MISMOS. Cuando nuestras relaciones anden mal, no miremos hacia afuera para buscar culpables ni tapemos nuestro malestar con adicciones… miremos con sinceridad el DESORDEN y la DEZORGANIZACIÓN de nuestro interior y gastemos toda nuestra energía en discernir qué camino puede reconducirnos hacia el EQUILIBRIO PERDIDO.

2.- Para acercarnos a los demás, debemos EVITAR las CRÍTICAS.
Siempre justificamos nuestras críticas diciendo que la nuestra, es una CRÍTICA “CONSTRUCTIVA”… no hay críticas constructivas, desde el momento en que toda crítica pone el acento sobre aspectos negativos y destructivos.
Las personas somos como los INSTRUMENTOS MUSICALES… tenemos todas las notas armónicas y disarmónicas dentro nuestro… dependiendo del MUSICO que NOS TOQUE, damos la nota peor o mejor. En lugar de gastar el tiempo en criticar a los demás, usémoslo para lograr el MEJOR ACORDE de los demás para que así, los demás, puedan dar lo MEJOR de SÍ MISMOS.
3.- Para acercarnos a los demás, debemos REVALORIZAR la FAMILIA.
Revalorizar TODO TIPO de FAMILIA: la nuestra, la del Barrio, la de la Parroquia, la FAMILIA ARGENTINA, la FAMILIA UNIVERSAL… porque Jesús nació en la Flia. de María y José… porque nosotros nacemos y crecemos en una Flia. que tiene conexión con otras Flias. más amplias… por eso también, Navidad es el día de la Flia. y el día de los ENCUENTROS FLIARES más intensos… aunque también la Navidad puede ser una experiencia frustrante y dolorosa si durante su celebración, comprobamos que NO TENEMOS FAMILIA… que no tenemos con quien brindar porque hace mucho que todos estamos peleados.
4.- También la BIENVENIDA del AÑO NUEVO puede ser frustrante, si no tenemos PROYECTOS. El año viejo termina como un tiempo cumplido, acabado, con muchas desilusiones, defraudaciones, desengaños, proyectos sin cumplir… en este marco: ¿es posible proyectar algo para el año que viene?... Sí, es factible “dibujar” algunas metas posibles de lo que QUISIÉREMOS para este NUEVO AÑO… hacer una lista de ellas… definirlas… ordenarlas por la IMPORTANCIA que tienen para nuestra vida y también qué tendría que suceder en nuestra vida para que nosotros nos diésemos cuenta que esas metas han llegado a su fin. Con quiénes podríamos asociarnos para llevar a cabo nuestras metas y el tiempo aproximado que nos demandará su cumplimiento.
Todo esto nos ayudaría para clarificarnos QUÉ QUEREMOS y QUÉ NO QUEREMOS para nosotros y para nuestras vidas… y también para indicarle claramente a nuestro cerebro, dónde debe aportar su energía… porque el cerebro es como un SIRVIENTE PODEROSO pero TONTO… no tiene sentido del humor… si nosotros no le indicamos claramente QUÉ QUEREMOS, PARA CUÁNDO LO QUEREMOS y con QUIENES lo queremos… simplemente mirará aquello que más ABUNDA en NOSOTROS y a eso aplicará su energía…  y si en nosotros abunda la pobreza, la enfermedad, el desequilibrio, a eso aplicará su energía.
Si Jesús se hizo HOMBRE fue para que nosotros, tomáramos consciencia de la grandeza, del Amor, de las POSIBILIDADES que residen en NUESTRA HUMANIDAD… El, ya hizo su parte… tenemos un año nuevo, el 2014, para hacer la nuestra.

Cariñosamente, Ricardo Gerula

domingo, 23 de marzo de 2014

Sugerencias para intentar vivir con más lucidez y no sufrir inútilmente.



1.- El INCONSCIENTE: nuestro poderoso amigo

No estamos solos en nuestro estado consciente: tenemos un SOCIO = el INCONSCIENTE que le envía “sugerencias”  a nuestro cerebro de cómo actuar… y… ¿qué le sugiere?.. define cómo nos tenemos que sentir, qué pensar, qué elegir. Por ej.,  por estas “sugerencias” una persona arregla más su aspecto si percibe un leve olor a líquido de limpieza… este tipo de “decisiones” explicaría por qué somos generosos en un determinado momento y mezquinos minutos después. Es que las imágenes, los olores y los sonidos cotidianos pueden activar objetivos o motivaciones que ya no tenemos presentes conscientemente. A veces, podemos ir al lavadero a buscar la ropa y volvemos con un vino y un diario.  Habría un área prefrontal  en nuestro cerebro (el pallidum ventral) que primero evalúa las recompensas y recién después tiene en cuenta otras regiones conscientes de mayor nivel. A veces tenemos objetivos que no se pueden cumplir en el momento, por eso permanecen inactivos hasta que los cumplimos en un momento dado aunque ya no nos acordemos conscientemente de ellos. El conocimiento de esta parte de nuestra naturaleza debería alentarnos a vivir más alertas sobre nosotros mismos.
Cuando sucede que queremos realizar una cosa y hacemos la contraria, tendríamos que tener en cuenta que nuestro inconsciente tiene otra “visión” de lo que es bueno para nosotros en ese momento. Tendríamos que preguntarnos: qué valores no tienen lugar, en mi  actual estilo de vida, para poder manifestarse…
Esto supone una actitud de mucho respeto de nuestra parte por el inconsciente, ante quien somos como madres primerizas ante los balbuceos de su bebé: sabemos que algo dice, pero no sabemos qué. Algo podemos llegar a saber, si nos concentramos en nuestros sentimientos, en lo que sentimos concretamente en cada momento.

2.- Nuestros SENTIMIENTOS, la conexión con la vida misma.

Nuestro consciente, no rige nuestra vida. No sirven de mucho las razones, los conceptos, las racionalizaciones que podemos urdir para “justificar” o para “motivar” determinados  aspectos de nuestra vida. Por eso podemos encontrar a “doctores” en las ciencias del comportamiento, cuya brillante capacidad mental no les alcanza para vivir dentro de la “aceptable y general normalidad” del vecindario.
Nuestra vida la rige el INCONSCIENTE y podemos conectarnos con él, observando QUÉ SENTIMOS en diversas situaciones de nuestra vida. Para eso, para entendernos, deberíamos tener en cuenta que mi Yo, tiene muchos “yoes” = partes, roles… por ejemplo, una docente, tiene un yo-docente, un yo-mamá, un yo-esposa, un yo-amiga, un yo-vecina, un yo-hobby…  por eso es importante también no decir: estoy cansado - a… sino, una parte de mí, está cansado - a… y este es un recurso importante, para GANAR LUCIDEZ en nuestra vida: por eso tendríamos que acostumbrarnos a preguntarnos QUÉ NOS QUIERE decir esa parte (no toda nuestra persona) que SE SIENTE INCÓMODA en ese momento y en esa circunstancia… porque si no procedemos así, nos “VAMOS a AGARRAR, a DESQUITAR” con el primero que se nos cruza.
Por ejemplo: voy al Supermercado… miro la Góndola, todo aumentó… me siento reincómodo con la situación y me agarro con la Cajera, que no tiene nada que ver con la inflación y la suba constante de precios. Ese es el momento en que tengo que preguntarle a esa parte mía disgustada, qué le pasa… por qué está disgustada… qué me quiere decir… porque si con nuestros sentimientos (los únicos que cuentan), no damos en el blanco, es decir, dirigiendo nuestro displacer al que es responsable directo de nuestro disgusto, nuestro sentimiento de displacer, no se va disolver… al contrario, servirá para incrementar más el disgusto general. Por ejemplo: un niño tiene un perrito… el perrito sale a la calle y lo mata un coche. Hasta que el niño, no dé en el blanco de por qué murió el perrito, no tendrá paz, por más excusas “intelectuales” que le ponga al asunto. Quizás (si ese fuese el caso) un día dé en el blanco, aceptando que el perrito murió, porque él dejó abierta la puerta del garaje. Una vez que el sentimiento de displacer, “da en el blanco”, se diluye como por arte de magia.

3.- Así PROCEDÍA JESÚS.

Cuando Jesús es interrogado por Anás y por una de sus respuestas un Guardia le pega una cachetada, Jesús le dijo enseguida: “Si he hablado mal, muestra en qué ha sido; pero si he hablado bien, por qué me pegas?..”  (Juan 18,23). ¿Ven?.. no metió la ofensa bajo la alfombra…  su reclamo, dio directamente en el blanco y en el mismo momento. Si nos comportamos así tendremos nuestro espíritu libre de deudas emocionales y nunca tendremos necesidad de presentar boletas atrasadas por situaciones pasadas.
Cariñosamente, Ricardo Gerula

jueves, 20 de marzo de 2014

EL RETORNO AL CÍRCULO DE LA VIDA

Un corazón que sólo se expande muere. Un corazón que sólo se contrae muere. También lo muestra la respiración: los pulmones que sólo inhalan mueren. Y si sólo exhalan mueren. Así podríamos ir órgano por órgano, parte por parte de nuestra vida y encontraríamos el mismo diseño.
Dar cuando podemos. Pedir cuando necesitamos. Éste es el diseño. Nadie lo sabe todo. Nadie lo necesita todo. Todos somos una parte de un gran círculo. Si queremos encontrar el camino de la armonía, cada uno tiene que hacerse cargo de su lugar en el círculo.
Las culturas indígenas que no se perdieron, viven hace miles de años con la sabiduría del círculo. En un círculo todos estamos a la misma distancia del centro. Si tomamos al centro como la Esencia, el Gran  Espíritu, Dios, la fuerza creadora del Universo, la Energía Cósmica, etc., todos estamos a la misma distancia del más puro Amor Incondicional. Cada parte del círculo ve su perspectiva del centro y del resto del círculo. Todos los puntos de vista son complementarios e interdependientes. La energía fluye por toda la ronda y todos sus integrantes sienten la vibración que circula en ese momento. Algunos son más sensibles a esa energía. A esos seres los llamamos emergentes o portadores, porque ellos son los primeros por los que se manifiesta una situación que le pertenece a todo el círculo. Si el grupo se hace cargo de que todo lo que emerge del círculo forma parte de él, el portador no estará solo con su situación, sino que tendrá el acompañamiento de una familia para sanar y ser quien es. Así como con el correr del tiempo, el círculo descubrirá que hasta el menor detalle forma parte de lo que tiene para sanar, aceptar, incluir, despertar, vivir y transformar.
Los emergentes pueden traer dones o carencias. Ambos son un regalo para todo círculo despierto. Caminando estas situaciones y haciéndose cargo del lugar de cada uno, los integrantes se descubrirán a sí mismos.
Así como los colores del arco iris se reconocen frente al espejo que le da el agua, los humanos nos reconocemos a nosotros mismos frente al espejo que nos da el círculo de nuestras relaciones. Como ya vimos con anterioridad, ese espejo puede ser puro y cristalino o deformante y envenenado. Pero cuando formamos parte de un círculo, ya no solamente nos reconocemos en un reflejo, sino que tenemos varios espejos donde vernos y sobre todo, la contención de los integrantes del círculo para sanar cualquier situación. Todo lo que emerge del círculo forma parte de él. Cada integrante ve su pedazo de verdad desde su lugar. Y tiene que recorrer un sendero diferente para llegar hasta el centro. El sendero de cada uno es sagrado. Por eso el círculo es la figura elegida por los pueblos indígenas para replicar nuestra realidad, porque en un plano de dualidad, toda verdad tiene su contraria, también verdadera y las dos forman parte del círculo de la vida.
La historia de la Humanidad es una y otra vez la guerra entre los opuestos del círculo por demostrar cuál de las dos verdades es más verdad, sin poder aceptar que la fuerza de la creación, el Amor, están en ambas de igual manera. Por eso los ancianos nativos reconocían al consenso como la mejor expresión de la totalidad. Comprendían que si apoyaban a un solo punto de vista, negaban la verdad que existía en el otro extremo y tarde o temprano tendrían que reconocerla. Por eso no hacían votaciones sino que trabajaban en los encuentros y en las diferencias hasta encontrar la unanimidad. Sabían que la vida es un círculo. Damos lo que tenemos y recibimos lo que necesitamos.
Los integrantes del círculo comprendían que el pequeño Yo es muy limitado y a través de las experiencias y de la complementariedad de los puntos de vista, se encontraban con una inteligencia muchísimo más amplia, capaz de traducir de mejor manera a la vida, y cuidar a todos los lugares del círculo: la sabiduría del Nosotros.
La palabra Yo ni siquiera existía en la mayoría de las lenguas nativas, porque a la hora de definirse, sabían que la individualidad era sólo un punto, ya que ningún individuo puede existir sin un círculo que lo reciba, lo vea y le permita dar lo que tiene y recibir lo que necesita. Todo círculo se sostiene gracias a la fortaleza y a las debilidades de cada uno de sus integrantes. Esa comprensión de la existencia humana, esa profunda unión entre la individualidad y la totalidad, nos recuerda que nuestro destino siempre estará unido en el Nosotros.
Cuando estás sentado en un círculo, a la misma altura que tus pares, tu autoridad no viene de una jerarquía preestablecida, un título universitario o una clase social, sino que tus palabras llegan al corazón del resto de los integrantes y el resonar de tu eco en ellos te dará la autoridad o no.
Los círculos les confiaban responsabilidades a ciertos integrantes para que llevaran adelante tareas que toda la comunidad necesitaba. Pero esas facultades eran dadas y quitadas por el circulo, cuando éste lo acordara.
La sociedad occidental no se organiza como un círculo, se organiza como una gran pirámide al servicio del vértice superior.
Por medio de la experiencia, nuestra cultura está descubriendo una comprensión del círculo que los pueblos nativos manejan desde hace siglos: nuestro bienestar en la existencia, depende del bienestar del resto de los integrantes del círculo de la vida.
En el círculo de la vida estamos sentados todos los seres vivos y la realidad que conocemos como realidad tangible, es la suma del punto de vista de todos los seres que integran el círculo: las piedras, las plantas, los árboles, los insectos y los animales que nadan, se arrastran, caminan y vuelan. El agua, el aire, el viento, el fuego, los seres de la Tierra, los seres del “Cielo”, los seres visibles, los invisibles y los humanos.
Todos estamos sentados en un mismo círculo al amparo de la Madre Tierra y el Padre Cielo, que son los seres creados para velar y sostener la vida en este rincón del Universo.
Nosotros los humanos creemos que somos el centro del círculo. Estamos perdidos en el Yo. Eso es el egocentrismo. Los humanos teníamos que pasar por esta experiencia de separación y pérdida. El resto de los seres vivos siempre lo supieron.
La pregunta es: ¿decidiremos volver a nuestro lugar en el círculo de la vida a través del Amor o de la falta de Amor? ¿Estamos dispuestos a abandonar este lugar egocéntrico que ocupamos y que está convirtiendo a la Naturaleza en un desierto o vamos a aprender viviendo en un desierto?
Formamos parte de un círculo, de una familia planetaria, que nos ayudará a hacernos cargo de nuestro camino de vuelta a casa.
¿Nos animaremos a ser quienes somos?


martes, 18 de marzo de 2014

CIRCUITO PSICOBIOLOGICO DE LA TRISTEZA




Si la persona que más amas te dice que no quiere volver a verte nunca te sentirás abatido, desmotivado, y profundamente triste. Aunque transitorio, síntomas parecidos puedes sufrir si estás incubando un resfriado y tu sistema inmunológico manda señales al cerebro para que desees estar aislado y no contagies a la manada. O si por cualquier trastorno endógeno e inconsciente se alteran los niveles de algunos neurotransmisores. Cuando alguien te haga la pregunta mal formulada de si somos sólo química, responde un rotundo….. “sí; ¿se te ocurre algo más?”… Algo diferente es si la química siempre está en el origen de nuestro comportamiento y emociones.
 A veces sí, y a veces no.
Cuando en el congreso de la Society for Neuroscience de hace unas semanas en Washington DC escuché hablar sobre investigación en enfermedades mentales a Thomas Insel, director del National Institute of Mental Health de los EEUU y comento  como autor en los años 90 de los experimentos con ratitas de campo polígamas y monógamas que situaron a la oxitocina como hormona del amor, visualicé la tristeza como ejemplo para ilustrar los diferentes niveles de estudio y comprensión científica de la conducta humana. Desde el genético al químico, cerebral, conductual y social.
La genética no es determinante
“La manera como nos planteamos el estudio de las enfermedades mentales siempre es desde un espectro muy amplio que cubre diferentes niveles, desde moleculares, genéticos, de sistemas, y conductuales. En el caso de la depresión nunca hemos tenido grandes razones para buscar el componente genético, ya que el nivel de heredabilidad es muy bajo. Nunca hemos esperado encontrar genes determinantes. Continuamos creyendo que hay secuencias genéticas específicas que aumentan el riesgo a sufrir depresión, y se han replicado resultados positivos con polimorfismos en el gen del transportador de serotonina. Pero siendo sinceros, la asociación es débil, y en el aspecto genético no hemos visto grandes progresos. Ahora estamos muy expectantes con la epigenética, pues creemos que la regulación de genes en función del entorno y experiencias sí podría tener un papel muy relevante.”
Las moléculas de la tristeza
“En el ámbito molecular sí tenemos un conocimiento muy sólido acumulado durante más de 4 décadas de investigación. Sobre todo en neurotransmisores como la serotonina y la norepinefrina. Estos son los más relevantes, y la base de muchos tratamientos farmacológicos contra la depresión. Pero ahora estamos viendo que hay muchísimos más factores químicos involucrados: otros neurotransmisores, enzimas, neuromoduladores… de lo más novedoso en los últimos dos o tres años es el sistema del glutamato."
Áreas del cerebros sobreactivadas en depresión………“A nivel celular hay interés creciente en una zona del cortex prefrontal llamada Brodmann  Area 25. Está formada por unos pocos miles de neuronas y se ve claramente sobreactivada en gente deprimida. Lo descubrimos con técnicas de neuroimagen. En los paciente de depresión vimos esa área mucho más activa que en controles, y cuando esos mismos pacientes mejoraban, la actividad de la BA25 también disminuía. Pero lo más interesante es que recientemente varios grupos han utilizado diferentes tipos de estimulación neuronal para modular la actividad en esa zona, y los síntomas de depresión mejoran considerablemente. No sabemos mucho de su funcionamiento todavía; sólo que está relacionada con el transporte de serotonina.”
Sistemas: Todo está conectado
“La aproximación más ilusionante en estos momentos es percibir la depresión como un problema de circuitos; como un sistema formado por muchos nodos que se relacionan entre ellos y la alteración de uno puede afectar al otro. Buscar comprender el fenómeno de manera integral. Los niveles de serotonina y la actividad del área 25 pueden ser nodos muy importantes, pero no necesariamente el origen. Debemos analizar todo el sistema incluyendo nodos somáticos como la falta de apetito, de líbido o de energía… y otros involucrados en aspectos más psicológicos como autovaloración de tu propia vida, trabajo o falta de esperanza. Vemos diferentes parámetros bioquímicos y áreas del cerebro interrelacionadas, y nos damos cuenta que la depresión no es un único síndrome sino una variedad de desórdenes que pueden provenir de diferentes causas. Debemos buscar una comprensión a nivel de sistema, considerando biomarcadores, neuroimagen, niveles de neurotransmisores, genes candidatos, aspectos conductuales… y muchos nuevos factores. Por ejemplo recientemente hemos identificado un subgrupo de gente con depresión que tiene niveles muy altos de factores antiinflamatorios, posiblemente cuyo origen es una respuesta inmune. Hemos visto cuadros depresivos que mejoran con antiinflamatorios. Hay muchos subtipos de depresión, y debemos ser lo más específicos posible.” Pocas novedades en el aspecto conductual  “Bueno… a nivel de comportamiento humano o factores psicosociales hacemos menos, porque ya tenemos un gran conocimiento acumulado por la psicología durante el siglo XX. Lo nuevo son otras investigaciones más fisiológicas. Pero obvio que son importantísimos, desde luego. Vemos claramente cómo en la depresión las personas tienen una percepción distorsionada del mundo, y cómo la memoria se vuelve tremendamente selectiva: recordamos sólo cosas buenas o malas asociadas al evento traumático que nos hace sufrir. Y olvidamos todo el resto. Cuando observas desde la distancia, es espectacular cómo alteramos nuestra memoria. Y de hecho también estamos investigando si hay algún aspecto físico en el cerebro que influya en esta selección arbitraria de recuerdos positivos o negativos."
NUEVAMENTE AQUÍ……….. ES NECESARIO APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL….. Y EN EL CASO DE LA TRISTEZA CRONICA (DEPRESION) ACTIVAR … RAPIDAMENTE EL PROCESO DE INTELIGENCIA ESPIRITUAL…. PUES… UNA CLAVE IMPORTANTE PARA ACTIVAR RECURSOS ENDOGENOS.. ES EL “SENTIDO DE LA VIDA” EN GENERAL DADO EN UN “PROPOSITO” PARA DEJAR ESTE MUNDO UN POCO MEJOR.

Lic. Victor Morales 


lunes, 3 de marzo de 2014

Hola, Amigos – as!...
Hoy, ampliando el concepto de ARQUETIPO, veremos brevemente el concepto de PERSONA y de SOMBRA los dos primeros arquetipos deCarl Gustav Jung.

Notasi Ud. no leyó las cartas 3 y 4, donde empezó esta temática, puede tener cierta dificultad para entender el presente tema.

1.- En las psicologías transpersonales (son las que ponen el acento en la dimensión ESPIRITUAL de las personas) el término PERSONA equivale a lo que hoy llamamos MÁSCARA…   porque etimológicamente el término persona viene de “per sonare”… = sonar a través de… y se refiere a la máscara que usaban los actores griegos y a través de la cual, hacían sonar su propia voz, representando a un PERSONAJE.
Así como la MASCARA era un medio que los Actores griegos empleaban para interactuar con su público, lo que Jung llama PERSONA, son características psicológicas que cada uno de nosotros  hemos armado para interactuar con el mundo exterior: un dispositivo de adaptaciónconstituido por “nuestros modales, nuestros gestos, la imagen que tratamos de irradiar a partir de cómo nos expresamos, nos vestimos, nos movemos”… (V. Gawel).
Por eso nuestra máscara también es una especie de “carnet de presentación”… sería bueno preguntarnos para identificar nuestra máscara personal: ¿cuál es mi carnet de presentación?... ¿Qué mensaje comunican mis gestos, mi ropa, mis palabras?... ¿Cuál es mi exageración personal más habitual?...
¿Para qué armamos este dispositivo?... y para resguardar nuestro mundo interno del externo y también para que este mecanismo regule la relación entre ambos mundos. Sin embargo, si por cualquier razón, este mecanismo cuidara sólo de protegernos del mundo externo, ignorando las necesidades del mundo interno, se produciría un DESBALANCE… al actuar a la defensiva, nos podríamos volver rígidos y compulsivos, afectando nuestra autoimagen y nuestra adaptación al medio.
Para poder equilibrarnos y facilitar nuestro desarrollo, debemos dejar de lado nuestra MÁSCARA: … “una máscara que finge individualidad, haciendo creer a los demás y a sí mismo que es individual, cuando no constituye sino un papel representado, donde la psique colectiva, tiene la palabra”.  (C. G. Jung, en “Arquetipos e Inconsciente Colectivo” – Edit. Paidós).
Recuerde cuanto le dije en la Carta N° 4: “Un aspecto central de este tema es que si no somos conscientes de los arquetipos, somosposeídos por ellos… … ¿Qué significa  esto?... Que la conducta se vuelve automáticamente guiada por ese patrón de comportamiento colectivo, sin dar lugar a la decisión personal (aunque quien lo experimenta, por supuesto, no se percate de ello): los pensamientos, sentimientos y conductas de la persona suceden compulsivamente, rellenándose de los contenidos individuales, pero digitándose desde el transfondo del Inconsciente  Colectivo (nido ancestral de los arquetipos)”. (V. Gawel).
En este caso, el Inconsciente Colectivo, es como un Gran Guardarropas de la Humanidad (V. Gawel) del que cada ser humano extrae el traje que cree le cae mejor; pero nosotros, tenemos un guardarropas propio, con trajes diseñados a medida sólo para nosotros aún antes de nacer, que normalmente llamamos Ser Profundo  y que  Jung denomina El Sí Mismo.
Nuestro drama consiste en que,  o “mostramos la hilacha” dejando ver las “plumas prestadas” del guardarropas ajeno o nos presentamos con “nuestro propio traje” confeccionado a través de largas horas de trabajo sobre nosotros mismos, para llegar a Ser enla superficie lo que ya somos en la profundidad del Ser.
Les escribí en la Carta N° 4:  El único trabajo que tenemos los Humanos, a lo largo de toda nuestra vida, es llegar a SER NOSOTROS MISMOS. Este trabajo se describe mitológicamente,  como “El VIAJE del HÉROE”…  o también “El CAMINO del GUERRERO”.

2.- Con la máscara tenemos también otro problema: para afirmar lo que no soy  ( = lo que no quiero ver de mí mismo  y mucho menos que sea visto por los demás) tengo que dejar en la penumbra, en la sombra, buena parte de lo que soy: por eso a este otro arquetipo Jung lo llamóla Sombra y designa todos aquellos aspectos de nuestro Ser Profundo que no hemos logrado hacer aflorar a la superficie (= la gran pista de baile, donde danzan las máscaras, las mascaritas y las más - caras!...).
Entonces “La sombra podría definirse como aquellos aspectos ocultos o inconscientes de uno mismo – tanto positivos como negativos –que se han reprimido o que nunca han emergido a la conciencia.
En su mayor parte la sombra se compone de deseos reprimidos e impulsos “incivilizados”, fantasías, resentimientos y motivaciones rechazables que quebrarían la imagen que se tiene de sí mismo y la que se muestra a los demás. Estas características personales no reconocidas, a menudo se perciben en los demás, a través del mecanismo de proyección. Jung plantea que el reconocimiento de la propia sombra y la asimilación de esas proyecciones, constituye un extraordinario logro moral”. (V. Gawel).
Recordemos “que la sombra también se proyecta a nivel colectivo: todo lo que una sociedad rechaza, discrimina, persigue, suele ser usualmente el fruto de la proyección global de la sombra de cada uno de esos individuos sobre los perseguidos. Esa sería la base de los holocaustos, las quemas de brujas y otras maquinarias sociales organizadas para elimar afuera lo que no se tolera ni reconocedentro de sí.
No obstante, la sombra  no es sólo el lado oscuro de la personalidad. También consiste en habilidades y cualidades internas positivasque, o bien no hay sido nunca reconocidas ni actualizadas por el individuo (permaneciendo latentes) o bien han sido reprimidas años después de haber comenzado a manifestarse. Es bastante común que esta “sombra dorada sea proyectada sobre los demás, generando situaciones de idealización (muy visibles en las situaciones de enamoramiento) o en ciertas situaciones vinculadas en las que se cede el poder y el saber al otro (tal como  frecuentemente se da hacia la figura del terapeuta, del médico o del supuesto gurú). El individuo que proyecta su “sombra dorada”, tiende a sentirse menos que los demás, a “no poder” y a ver que la maravilla, la capacidad y el conocimiento están en los otros, no en sí mismo”. (V. Gawel).
Hasta pronto!...

Cariñosamente, Ricardo Luis Gerula.