martes, 18 de diciembre de 2012

El nacimiento de Dios en Nosotros


Estamos iniciando el mes de diciembre. Dice la canción del p. German: "En diciembre llega nuestra esperanza, un calor nos llena el corazón...Isaías grita al pueblo que avanza, arreglen las calles que viene Dios.. (CD a corazón abierto, p. Germán Pravia. Ed. Paulinas).
Para los cristianos es un tiempo sagrado y único. Una persona sagrada es una persona especial, única.
Viene la Navidad. Su mensaje es "Ha nacido Dios, como hombre".
Con ello Él ha suprimido la distancia entre lo divino y lo humano. Esta es una celebración que nos toca profundamente el alma. ¿Por qué?
Si nos detenemos a pensar, ¿dónde nace Dios?. ¿solamente en Jesús?, ¿o también en cada uno de nosotros cuando nacemos?.
También nuestro nacimiento es un nacimiento de Dios.
¿Donde mejor puede mostrarse Dios, sino en el milagro de la vida?.
¿Dónde aparece el milagro de la vida para nosotros?. En nuestros padres, cuando entre ellos se realiza el encuentro de amor, y en nuestro nacimiento. En lo mas íntimo el ser humano se ofrenda Dios. En ello se devela lo divino, aunque no lo comprendamos.
Podemos cerrar los ojos para una meditación.
Nos vamos a imaginar como Dios ha nacido en nosotros. Nos imaginamos lo que significa que nuestros padres nos hayan transmitido la vida, que ya viene desde muy lejos, en la concepción y con el nacimiento.
Todo lo que hay en nosotros y que pertenece a la vida, es divino. Se mueve guiado por una fuerza que sobrepasa infinitamente nuestra comprensión.
Contemplemos esa fuerza en nosotros. Contemplemos todo lo que ocurre en nuestro cuerpo y en nuestra alma. Entreguémonos a lo que es, tal como es, como entrega a Dios en nosotros una total entrega sin reserva, una total entrega a todo en nosotros, tal como es, exactamente como es.
Y en esa entrega quizás escuchemos, a los ángeles cantar "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres amados por Él.
Y ahora conscientemente vivenciemos nuevamente en nuestra entrega como Dios nace en nosotros
Ante el milagro de la vida en nosotros, detengámonos en contemplación, humildemente agradecidos, contentos, felices.
Podemos profundizarlo aún: Aquellos que tienen hijos, contémplenlos y contemplen en ellos lo que los ha traído al mundo. Miren el amor de la pareja y el nacimiento de sus hijos como una realización divina.
Si contemplan así a sus hijos, no se verán solamente a sí mismos en ellos sino que verán en ellos a Dios. Ustedes aman a sus hijos con aquel amor divino que actuó en ustedes cuando se hicieron padres.
Y nosotros, si ahora miramos como hijos a nuestros padres, ¿a quién vemos en ellos?, ¿a quién amamos en ellos?, ¿a quién damos gracias en ellos?, ¿a quién respetamos en ellos?. Entonces pues, feliz navidad!!!!.

Bert Hellinger, pensamientos divinos. Ed. Alma Lepik 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario