martes, 12 de febrero de 2013

Abandono

Nuestro niño interior ha experimentado en alguna forma el abandono físico o emocional. El dolor que esto le produjo fue tan abrumador, que lo enterramos en la profundidad de nuestro inconsciente. Todos nuestros mecanismos de supervivencia se dispararon en el intento de recuperarnos de esta agresión, pero no podemos sanar hasta que consigamos traer a la conciencia esta experiencia del pasado.
De alguna manera tenemos que reabrir la herida, y la forma de hacerlo es principalmente a través de nuestras relaciones intimas. Recreamos nuestra herida de abandono cada vez que experimentamos una pérdida o rechazo. De hecho, la principal razón por la cual evitamos la intimidad es nuestro miedo a re experimentar el abandono. En lugar de correr el riesgo, mantenemos la relación superficial, dramática o conflictiva. Inconscientemente, hacemos cualquier cosa para evitar abrir nuestra confianza y tener que sufrir otra vez la misma traición  que sentimos de niños y que hemos olvidado. 

De la Codependencia a la Libertad  de Krishnananda

No hay comentarios:

Publicar un comentario